jueves, 10 de octubre de 2013

Cableado submarino

Un cable submarino es aquel cable de cobre o fibra óptica instalado sobre el lecho marino y destinado fundamentalmente a servicios de telecomunicación.

Las dificultades de tendido fueron considerables, así como las de explotación, debido a las elevadas atenuaciones que sufrían las señales como consecuencia de la capacitancia entre el conductor activo y tierra, así como por los problemas de aislamiento.

El descubrimiento de aislantes plásticos posibilitó la construcción de cables submarinos para telefonía, dotados de repetidores amplificadores sumergidos, con suministro de energía a través de los propios conductores por los que se transmitía la conversación.
 
1. Polietileno.
2. Cinta de tereftalato de polietileno.v4.
3. Alambres de acero trenzado.
4. Barrera de aluminio resistente al agua.
5. Policarbonato.
6. Tubo de cobre o aluminio.
7. Vaselina.
8. Fibras ópticas.


Posteriormente, en la década de los 60, se instalaron cables submarinos formados por pares coaxiales, que permitían un elevado número de canales telefónicos analógicos, del orden de 120 a 1800, lo que para la época era mucho. Finalmente, los cables submarinos de fibra óptica han posibilitado la transmisión de señales digitales portadoras de voz, datos, televisión, etc. con velocidades de transmisión de hasta 2,5 Gbit/s, lo que equivale a más de 30 000 canales telefónicos de 64 kbit/s.

Con la aparición de la fibra óptica en 1980, los cables submarinos empezarán a incorporarla, el primero de ellos el TAT-8. La importancia de los cables submarinos en la actualidad es muy grande, a partir del 2006 las telecomunicaciones por satélite representaron solo el 1% del tráfico internacional de comunicaciones, el resto fue llevado por cables submarinos. Su capacidad abarca los terabits por segundo mientras que los satélites solo megabits por segundo.



Entre 1959 y 1996 se estableció que menos del nueve por ciento de los incidentes se debieron a causas naturales, lo que llevó al proceso de entierro de los cables. Todo comienza con el traslado de uno de los extremos del cable hasta una estación instalada en la costa. Los repetidores ópticos basados en erbio, que conectados a bordo del propio barco (que dicho sea de paso, ha sido especialmente diseñado y/o preparado para esta tarea), tienen un intervalo de 40-80 kilómetros entre sí. Dependiendo del barco, su equipo de arado, el tipo de cable y la región, se pueden instalar hasta 200 kilómetros de cable por día. De todos modos, este dato es insuficiente para establecer la duración de cada proyecto. El simple hecho de cargar un barco con el cable de fibra óptica puede demandar entre tres semanas y un mes.
En cuanto al coste de la operación, el “promedio” para un cable transatlántico es de unos 500 millones de dólares. A pesar de este impresionante número, la instalación de cables submarinos sigue siendo más viable que depender de enlaces satelitales, con enlaces más lentos y mayor latencia. Un sistema de cableado submarino puede tener más de una docena de “dueños” entre empresas de comunicaciones y otros grupos. Y más allá de la inversión inicial, los cables no son eternos, ya que algunos quedan obsoletos frente a otras instalaciones más modernas.


Aunque los satélites de comunicaciones cubren una parte de la demanda de transmisión, especialmente para televisión e Internet, los cables submarinos de fibra óptica siguen siendo la base de la red mundial de telecomunicaciones.

Actualmente a España llegan 6 cables repartidos a lo largo de la costa, así como otros 4 que estan en proceso de instalación. 


www.cablemap.info

No hay comentarios:

Publicar un comentario